jueves, 12 de noviembre de 2009

La Justicia de la Ciudad falló a favor del matrimonio homosexual


En momentos en que el Congreso discute la reforma al Código Civil para permitir las uniones entre personas del mismo sexo, un tribunal porteño declaró la inconstitucionalidad de sus artículos 172 y 188, y ordenó al Registro Civil que case a una pareja de hombres.

El Juzgado de 1ª instancia en lo Contencioso Administrativo Nº 15 de la Capital Federal declaró, en un fallo de fecha 10 de noviembre, la inconstitucionalidad de los artículos 172 y 188 del Código Civil “en cuanto impiden que los señores Alejandro Freyre y José María Di Bello puedan contraer matrimonio”, y ordenó al Registro Civil y Capacidad de las Personas “que celebre el matrimonio de los actores, en caso de que así lo soliciten”. Sin embargo, el Gobierno de la Ciudad podría apelar el fallo.

Se trata de una decisión sin precedentes, pues hasta el momento los amparos presentados en ese sentido no habían logrado el visto bueno de la Justicia. La Corte Suprema de Justicia de la Nación tiene, incluso, dos causas a resolver en las que se reclama la inconstitucionalidad de los artículos 172 y 188, los que limitan el matrimonio a “un hombre y una mujer”, que por estos días son objeto de discusión en el Congreso.

La jueza Gabriela Seijas comenzó la sentencia reconociendo “el amor y la admiración mutua” que manifestaron Alejandro Freyre y José María Di Bello, quienes iniciaron el recurso de amparo, y reseñó una gran cantidad de doctrina y jurisprudencia para apoyar su fallo.

La magistrada argumentó que “el derecho a la igualdad supone previamente el derecho a ser quien se es y la garantía de que el Estado sólo intervendrá para proteger esa existencia y para contradecir cualquier fuerza que intente cercenarla o regularla severamente”. Además, comparó la restricción para contraer matrimonio con “ejemplos paradigmáticos del derecho comparado, como las leyes de la Alemania Nazi que prohibieron el matrimonio entre ‘judíos y súbditos de sangre alemana o asimilables’, o las restricciones que padecieron los negros, asiáticos e indios en Estados Unidos desde la época colonial”.

Además, desestimó el argumento del Gobierno de la Ciudad en cuanto “sostiene que la pretensión de los actores puede ser satisfecha apelando al instituto de la unión civil” al sostener que “carece del valor simbólico del matrimonio”.

Si bien el fallo puede ser apelado -y seguramente lo será- por el Gobierno de la Ciudad, sienta un precedente para otros que ya se encuentran en la Justicia.

En febrero de este año llegó a la Corte Suprema de Justicia de la Nación el amparo de Alejandro Vannelli y Ernesto Larrese, quienes en junio de 2007 intentaron contraer matrimonio, y se sumó al de María Rachid y Claudia Castro, dirigentes de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans, quienes tampoco pudieron casarse en febrero de ese mismo año.

En agosto de este año, el procurador general de la Nación, Esteban Righi, emitió un dictamen en el que recomendó que el Congreso trate el tema. “Ninguna solución sana ha de venir por la vía del desconocimiento de la realidad que viven estos conciudadanos”, afirmó el procurador en su dictamen.

Semanas atrás, el Congreso comenzó la discusión de dos proyectos para modificar el Código Civil y permitir los matrimonios entre personas del mismo sexo, pero el debate se vio frustrado cuando el Frente para la Victoria y el radicalismo quitaron su apoyo a la iniciativa.

En la frustrada reunión de las comisiones de Familia y de Legislación General en la que se intentó dar dictamen sobre el proyecto, la diputada Marcela Rodríguez, del bloque de la Coalición Cívica, dijo que "sería lamentable que tengamos que acudir a la Corte Suprema de Justicia para que todos y todas podamos casarnos". Hoy, la Justicia parece haber dado un paso adelante en ese sentido.

Fuente: Infobae


Comentario Editorial

¿Qué se puede decir de esta noticia?...era de esperar que algo así comenzara a tomarse como "normal". Lo que resulta insólito son los argumentos que se utilizan para justificar semejantes situaciones.

En una época en la que proliferan las separaciones, los divorcios y la negativa de los jóvenes a contraer matrimonio, es altamente significativo que se luche tanto por este "derecho" "para todos y para todas".

¿Qué sucedería si el día de mañana comenzara a justificarse el "matrimonio" entre humanos y animales?. Hay cosas que nunca pensamos que llegaran a pasar y pasan ¿por qué no fantasear con esta última posibilidad?. La degradación humana ha llegado a tal punto que parecería que todo es posible y los que tienen que hacer las leyes...¿a qué intereses responden?.
No nos engañemos, toda ley que vaya contra la ley natural es inmoral por lo tanto, estamos viviendo en una sociedad que no dudan de tildar de antigua, de pacata cuando deberíamos tildarla de inmoral; ya no existe freno, ni cordura, ni siquiera inteligencia para elaborar un discurso coherente con las ciencias humanas y menos aún intentar introducir a Dios en ésto porque será peor el remedio que la enfermedad.

Lo cierto es que todavía somos muchos los que creemos que el matrimonio es la unión estable entre un hombre y una mujer porque está destinado a la continuidad de la especie humana a través de la procreación.

Nunca dos hombres podrán dar origen a una nueva vida sin la participación de una mujer. Si ésta llegara a ser la norma, la especie humana tal como la conocemos se extinguiría. Siempre me pregunto por qué no hacen un experimento: poner en un domo, encerrados y sin contacto con el exterior a hombres solos , en otro domo a mujeres solas y en un tercero a hombres y mujeres juntos y les piden a todos que procreen.
El resultado es obvio así que, hoy por hoy, lo único que podemos seguir haciendo es esperar a ver cuál es el próximo paso. es lo que pienso y siento frente a ésto y tengo el derecho de expresarlo.

María Inés Maceratesi

2 comentarios:

máximo dijo...

Dios que es amor, comprensión y absoluto entendimiento te bendiga a vos y a tus hijos... Y ojalá no sean ellos quien sí te llamen retrógrada, antigua y pacata y se avergüencen de vos si su elección el día de mañana no coincide con tus férreas convicciones que tildas de moralistas.

María Inés Maceratesi dijo...

Máximo: gracias por opinar. En ningún momento dudo del amor, amistad y deseo de compartir la vida entre dos hombres o dos mujeres pero de ahí a querer que por ley se declare a esas uniones "matrimonio"... Si mis hijos el día de mañana optaran por un estilo de vida diferente del mío, lo aceptaría, lo acompañaría y lo apoyaría No soy moralista pero creo en el orden moral, que no es un absoluto pero ayuda.