miércoles, 27 de agosto de 2008

Nulidad Matrimonial

La siguiente nota es transcripción textual de una entrevista realizada hace un tiempo por la Revista Pilar & Country al ex intendente de Pilar Sergio Vivort.

Se trata el tema tan controvertido e inentendible para algunos como es la Nulidad Matrimonial,`por lo tanto está plenamente vigente.



Atrás quedaron los años en los que sus decisiones marcaban el destino de la ciudad, mientras su nombre colmaba las páginas de los diarios y protagonizaba los más diversos comentarios de simpatizantes y opositores.

A tres años de haber finalizado su gestión como intendente de Pilar (1999-2003), Sergio Bivort retomó su profesión de abogado, y aunque ya no se pueda hablar de anonimato, eligió cambiar la exposición por un discreto perfil bajo.

Un par de cuadras separan su anterior despacho como intendente de esta oficina desde donde curiosamente -al igual que en la anterior- tiene una vista privilegiada de la ciudad. A los 41 años, es el único abogado elegido por el Obispo de la Diócesis Zárate-Campana para llevar adelante las causas vinculadas al Derecho Canónico, más precisamente los casos de nulidad matrimonial.

Católico practicante y ex seminarista, en relación a su designación, que no requirió de ningún título habilitante especial o estudio anexo, pero si de un conocimiento cabal de los principios del matrimonio católico, Sergio Bivort explicó: “en el caso de la Diócesis no había ningún abogado designado, entonces después de que dejé el municipio y volví a la profesión, hablando un día con Monseñor Rafael Rey (ex obispo) me propuso hacerme cargo de estas causas, y cuando vino Monseñor Oscar Sarlinga me confirmó en la designación.”

Para toda la vida

Indisoluble por definición, el matrimonio eclesiástico se constituye a partir del consentimiento de un hombre y una mujer que deciden unir sus vidas para siempre con la firme convicción de formar una familia.

A diferencia del casamiento civil, que puede ser disuelto a través de un divorcio, el católico no contempla el concepto de separación sino el de anulación. “Declarar el matrimonio inválido no es lo mismo que declarar el divorcio eclesiástico. Divorcio es cuando existió un matrimonio y ese vínculo se deshace, la Iglesia no divorcia, la Iglesia declara la nulidad, es decir: este aparente matrimonio nunca existió”, puntualizó el ex intendente.

Pese a lo complejo del trámite y a los estrictos requisitos que se solicitan para anular la unión, los casos han aumentado de manera sostenida en el último tiempo. Tal es así que en la Argentina hace 10 años se registraron 77 casos y sólo en 2006 hubo 161. Por esta situación, el Sumo Pontífice en su discurso de apertura del año judicial del Vaticano, reafirmó con fervor el carácter indisoluble del matrimonio.

Revista Pilar City & Countries: Recientemente el Papa Benedicto XVI reprendió a los jueces de la Sacra Rota Romana por la aparente liviandad con la que están otorgando nulidades matrimoniales. Como experto en la materia ¿qué opinión tiene acerca del tema?

Sergio Bivort: No leí los fallos, con lo cual no puedo opinar demasiado. Sólo tuve acceso a los comentarios en los diarios, pero en realidad son muy superficiales, no conociendo el caso es muy difícil opinar. Pero fuera de eso, acá en Argentina, mi sensación es que se decretan menos nulidades de las que realmente existen. Hay mucha gente que cree estar casada por la Iglesia y en mi opinión no está casada, es decir que su matrimonio es nulo, pero que nunca van a un Tribunal Eclesiástico para que se lo reconozca. Debería haber muchísima más cantidad de nulidades de las que hay, porque en definitiva casi siempre llegan a tribunales casos de una persona que por algún motivo tiene una vida religiosa profunda y quiere hacer la nulidad o casos de personas que después de separadas volvieron a formar una pareja y retomaron la vida de la fe, entonces recién ahí se interesan por revisar si el primer matrimonio fue válido o no.

En realidad llegan pocos casos, en nuestra Diócesis no hay más de 6 ó 7 casos tramitando en el Tribunal Eclesiástico y no creo que sólo haya 10 matrimonios nulos.

P C&C: ¿Cuáles son los motivos más comunes por los cuales se otorga la nulidad?

SB: Existen muchas causas, cuando yo me refiero a que hay más nulidades de las que parece, normalmente tiene que ver con los defectos en el consentimiento. Hay gente que se casa con una inmadurez total para hacerlo, sin tener realmente conocimiento cabal del paso que va a dar. A veces tiene que ver con problemas de enfermedades psiquiátricas que desconoce, o conociéndolas no le dan la importancia que tiene y esto influye en la decisión que toma. También hay muchos cónyuges que no viven la vida de fe y se casan no queriendo tener hijos, o sabiendo que si se separan no importa, es decir, no teniendo convicción de que el matrimonio es indisoluble. Y hay otros que se casan sin el ánimo íntimo y la convicción íntima de ser fiel, sino que tiene claro que la fidelidad puede ser parte del matrimonio, y esa es otra causal de nulidad.

P C&C: ¿Es complicado el trámite para lograr la nulidad?

SB:
Primero se entrega un interrogatorio, un formulario bastante largo que sirve para que haga un examen de conciencia profundo sobre toda la historia de su noviazgo y su matrimonio, que vuelva a revivir todos los hechos, los antecedentes familiares, posibles enfermedades. Sobre esta base evaluamos si en esa historia tal como está contada efectivamente puede haber una causal de nulidad y a partir de ahí, seguimos trabajando para iniciar una demanda. Después el juicio puede demorar entre 1 y 3 o 4 años, dependiendo de muchas circunstancias.

Hasta que la Iglesia los separe

Inmadurez afectiva a causa del narcisismo, del egoísmo o del individualismo llevado a niveles patológicos que impiden a uno de los esposos evaluar el significado del matrimonio, así como la incapacidad de asumir compromisos a largo plazo, son las causas más frecuentes de anulación según el Tribunal Eclesiástico, creado en el país en el año 1983.

Asimismo, se registraron casos curiosos que obtuvieron la nulidad, como el de una mujer fumadora empedernida, un marido muy dependiente de la madre, un esposo obsesivamente celoso y una pareja que optó por pasar por el altar a cambio de un viaje.

P C&C: ¿Usted cree que hay ciertos motivos que son un poco disparatados para otorgar la nulidad de matrimonio?

SB: No conozco el tema específico de lo que salió publicado, te diría que detrás de esos casos, como el del fumador empedernido, habría que ver qué trastornos de la personalidad se pudieron probar en ese juicio, y si esos trastornos tienen la entidad suficiente para hallar un error en la persona, que es una causal de nulidad.

P C&C: ¿No se está disolviendo un Sacramento…?

SB: No, la Iglesia está diciendo que no hubo Sacramento

P C&C: ¿Pero no es responsabilidad de uno arriesgarse a casarse con alguien que prácticamente no conoce, como para que la Iglesia disuelva el vínculo?

SB: Para que haya vínculo tiene que haber un consentimiento dado por ambas partes en las condiciones que la Iglesia pide.

P C&C: Me refiero a que si esto no degrada de alguna manera el Sacramento del matrimonio, “yo me caso, total si me equivoco la Iglesia me lo anula”

SB: No, te puedo asegurar que atiendo mucha gente que a la que lisa y llanamente le digo que ni comience. Si yo no estoy convencido de que hay elementos suficientes, yo no lo empiezo. Cuando un matrimonio con dos personas sanas mentalmente, que han tenido una convivencia de muchísimos años, con una vida relativamente fiel, que termina separándose porque por distintos motivos de la vida van perdiendo ese amor inicial, esa gente no tiene un matrimonio nulo, tiene un matrimonio fracasado. Lo que no hay que olvidarse es que mucha gente se va a casar a la Iglesia por costumbre, hay mucha gente que no pisa la Iglesia durante 20 años. Un día va, le dan una charla de media hora… y se casa. Mi pregunta es: ¿esa gente está en condiciones de casarse? ¿tienen conciencia real de lo que va a hacer?

P C&C: ¿La Iglesia no debería estar más atenta?

SB: Lo que pasa es que cómo hace la Iglesia para prohibirle a esa gente que se case, si son bautizados.

P C&C: Quizás a través de la preparación…

SB: Si, tal vez se podría ser más estricto en la preparación, pero lo que quiero decir es que en definitiva hay mucha gente que habría que revisar hasta qué punto cuando se casó tenía conciencia de que el matrimonio es uno solo.

NULIDADES INSÓLITAS

Aunque lo que está en juego es la anulación de un Sacramento, no son pocas las causas de nulidad matrimonial que rozan con lo disparatado. Parecen extraídas de una revista de noticias insólitas, éstos son algunos ejemplos:

En Italia, un matrimonio quedó disuelto porque el hombre era demasiado mammone, es decir, tenía una dependencia de la madre tan fuerte que le impedía autonomía y capacidad de tomar decisiones solo.

Otro, en cambio, terminó anulado porque ella, que fumaba demasiado y antes de casarse le había prometido al marido que iba a dejar su vicio, tras las nupcias no sólo no dejó de fumar, sino que pasó de un paquete y medio de cigarrillos por día a dos.

-También fue motivo de disolución del vínculo el hecho de que una esposa, que de novia era muy seductora, después de tener a su primer hijo cambió abruptamente no sólo en su aspecto físico, sino que pasó a tener argumentos de conversación poco interesantes y noches poco lujuriosas. El tribunal eclesiástico accedió al pedido y decretó la nulidad por "repentino y sustancial cambio de carácter" o "engaño".

- Una pareja de obreros de la región del Veneto se casó porque el abuelo de la esposa, muy religioso, sufría porque ellos convivían, y entonces les prometió que si se casaban por Iglesia les regalaba un mes de vacaciones en Estados Unidos. Tras la luna de miel y el fracaso del matrimonio, obtuvieron la nulidad por inmadurez

-Fue motivo de anulación el caso de una pareja cuya unión duró cinco días, cuando la esposa advirtió que no habían viajado solos a la luna de miel sino que el hombre había llevado a un grupo de amigos y amigas para convertir la noche de bodas en una orgía.

-Otro caso fue el de un hombre que consiguió el sí de su esposa a cambio de estudiar y conseguir trabajo, y por tal motivo fingió haberse recibido -hasta dio una fiesta para celebrarlo- y le hizo creer que había obtenido un empleo, gastándose los ahorros para que su mujer creyera que ganaba un sueldo.

-También fue aceptada la petición de una joven que -tras perdonar en reiteradas oportunidades las infidelidades de su novio- decidió pasar por el altar, pero lejos de encontrar la estabilidad, su marido la abandonó por otra mujer durante la luna de miel. El Tribunal Eclesiástico Nacional precisó que en este caso el motivo de nulidad no es la infidelidad del muchacho, sino la inmadurez afectiva de la esposa.

El proceso de nulidad sacramental se tramita en primera instancia ante el Tribunal Interdiocesano Bonaerense -Av. Rivadavia 413 tercer piso-. En segunda instancia, en el Tribunal Eclesiástico Nacional –Suipacha 1032, segundo piso- y por último algunos casos también llegan al Tribunal de la Rota Romana. El costo del proceso judicial canónico, lo que serían gastos del proceso en sí, puede rondar la suma de $4.500.

Sergio Bivort abogado y ex intendente de Pilar
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Nuestro agradecimiento especial a la Revista Pilar & Country

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