sábado, 4 de agosto de 2007

El arte de escuchar en la prevención del estrés









La comunicación interpersonal es una de las situaciones de la vida donde hay más posibilidades de llegar a sentir estrés. A nuestro alrededor hay personas con quienes nos es difícil conversar o solucionar problemas sin que nuestro cuerpo se tense y sintamos la imperiosa necesidad de “ahorcarlos”. Hay también momentos, reuniones de trabajo o conversaciones en casa, donde no logramos hacer que nos entiendan o sentimos que el otro está tan equivocado que difícilmente llegaremos a algún acuerdo.

Cuando estamos hablando con alguien en particular o participando en una reunión podemos encontrarnos muy tensos, sentirnos frustrados, no saber qué decir, sentir que no comprenden nuestro punto de vista, podemos incluso llegar a callarnos del todo para evitar el conflicto o enfrascarnos en una discusión acalorada y agotadora.

Una de las claves para disminuir esa tensión y lograr una comunicación más fluida y, por ende, mas eficiente, es simplemente ESCUCHAR. Tal vez la única palabra errónea en la frase anterior sea... simplemente. Escuchar ha sido descrito, más allá de su función biológica, como un arte en el cual pocos tienen una buena formación. En nuestra cultura mucho más valorado es aquel/la que habla que aquel/la que escucha y, en consecuencia, nos enseñan mucho mas a hablar que a escuchar.

Los pensamientos hacia uno mismo, así como la necesidad de “estar en control”, impiden ubicarse realmente en la situación. Esto es a veces producto de la poca confianza que tenemos en el otro o de no creer en nosotros mismos y tener miedo de “no saber qué decir”.

Saber qué decir implica saber ESCUCHAR para captar todas las claves que el momento nos proporciona. Hay factores que bloquean la comunicación fluida porque obstaculizan la escucha. Es cuestión de analizarnos y realmente admitir cuales son nuestros “bloqueantes”. Ese es el primer paso. El segundo es entrenarnos para superar esos obstáculos.


¿Qué nos impide escuchar bien en la vida diaria?

En este breve espacio enumeraremos algunos puntos clave. El desarrollo de estos puntos y las fórmulas para el aprendizaje del arte de escuchar requieren otro contexto mas amplio.

Los bloqueantes mas usuales MIENTRAS ESTAMOS ESCUCHANDO son:

- Asumir lo siguiente que nos van a decir.

- Desviarnos hacia nuestros propios pensamientos.

- Experimentar emociones fuertes.

- Estar haciendo otras cosas.

- Saltar a conclusiones.

- Aferrarnos a concepciones preconcebidas.

Los facilitadores de la escucha son:

- Mirar a la persona que nos está hablando.

- No interrumpir.

- No terminar sus frases con palabras o en nuestro pensamiento.

- Realizar una escucha activa y reflexiva.

- Propiciar la empatía con el interlocutor.

- Hacer un esfuerzo por no desviarnos hacia nuestros propios pensamientos.

- Aprender a respirar y relajarnos DURANTE el intercambio con otros aunque el tema o la persona sean conflictivos.

- Estar atentos a todas las claves que el momento nos proporciona para saber qué vamos a decir.


Estas listas de sugerencias están lejos de ser exhaustivas. El objetivo de este breve artículo es despertar el interés en el tema y darle relevancia a un habilidad potencial que todos tenemos, que podemos desarrollar, que la llevamos siempre con nosotros y que nos ahorrará muchos momentos de estrés y a larga, de malestar y enfermedades.

Fuente: Nuria Bagés Rillo.PhD Psicología Médica. Universidad de Maastricht - Magíster Psicología. Universidad Simón Bolívar


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