Nadie tiene la receta, sin embargo hay algunos principios generalmente aceptados sobre los que vale reflexionar.
1. Respetarse como personas y pares en la pareja: Una de las mejores cosas que un padre puede hacer para sus hijos es respetar a su madre. Padres y madres que se respetan entre sí, y dejan que sus hijos lo vean, promueven un ambiente seguro para ellos. Si los niños ven que sus padres se respetan, sentirán que ellos también son aceptados y respetados en sus individualidades.
2. Pasar tiempo con sus hijos: Lo que hace un padre con su tiempo les dice a los chicos acerca de lo que ellos representan en su vida. Si usted está siempre ocupado y no tiene tiempo, van a sentirse descuidados. No se olvide que los pibes crecen más rápido de lo que uno supone y hay oportunidades de juego o aventuras irreproducibles e irrecuperables.
3. Ganar el derecho de ser escuchado: Muy a menudo, las únicas situaciones en las cuales un padre les habla a sus hijos es cuando los reprimen. Es recomendable no llegar a ese extremo si quiere valorar el diálogo franco y la comunicación. Dedique tiempo a escuchar sus ideas, sus sueños y sus problemas.
4. Disciplinar con cariño: Todos los niños necesitan disciplina y consejos, no para castigarlos, sino para poner límites razonables. Recuerde a sus hijos de las consecuencias de sus acciones y déles recompensas significativas para la conducta deseable. Los padres que disciplinan de una manera justa y tranquila muestran su amor para sus hijos.
5. Actúe como un modelo para imitar: Los padres somos modelos para nuestros hijos, lo reconozcan o no. Una niña que pasa tiempo con un padre que le demuestra afecto, por ejemplo, crece sabiendo que merece ser tratada de una manera respetuosa por los varones, y qué debe buscar en su futura pareja. Los padres pueden enseñar a sus hijos lo que importa en la vida por demostrar honradez, humildad, y responsabilidad.
6. Tenga una actitud docente: Demasiados padres creen que la enseñanza es algo que hacen los demás, o que para eso los chicos van a la escuela. Sin embargo, cuando les transmitimos -por ejemplo- el sentido del bien y del mal, y los animamos a hacer perfeccionarse, en algún momento los chicos comenzarán a hacer buenas elecciones. Recuerde que las lecciones básicas de la vida se aprenden en la casa.
7. Comer juntos en familia: Compartir las comidas (o alguna de ellas) es importante en la vida familiar porque puede resultar uno de los pocos momentos de diálogo concreto y más relajado entre todos los integrantes.
8. Leer a sus hijos: En un mundo donde la televisión frecuentemente domina las vidas de los niños, es importante que los padres les lean a sus hijos. Los niños aprenden mejor por hacer y por leer que por mirar pasivamente y escuchar. Inculcar el amor a la lectura es una manera excelente de asegurar el crecimiento personal y profesional para toda la vida.
9. Demostrar cariño: Los niños necesitan la seguridad que viene del saberse queridos, aceptados, y amados por los integrantes de su familia, y especialmente por sus padres. Y demostrándoles afecto a diario es la mejor manera de hacerles saber que son amados.
10. El trabajo de padres no termina nunca: Aún en la adolescencia, la juventud y hasta cuando ya están listos para dejar la casa paterna, los hijos buscarán en sus padres consejos y sabiduría. Ser un buen referente y que los hijos lo entiendan de ese modo, también es un símbolo de que todos lso otros consejos funcionaron en su momento y su lugar.
2. Pasar tiempo con sus hijos: Lo que hace un padre con su tiempo les dice a los chicos acerca de lo que ellos representan en su vida. Si usted está siempre ocupado y no tiene tiempo, van a sentirse descuidados. No se olvide que los pibes crecen más rápido de lo que uno supone y hay oportunidades de juego o aventuras irreproducibles e irrecuperables.
3. Ganar el derecho de ser escuchado: Muy a menudo, las únicas situaciones en las cuales un padre les habla a sus hijos es cuando los reprimen. Es recomendable no llegar a ese extremo si quiere valorar el diálogo franco y la comunicación. Dedique tiempo a escuchar sus ideas, sus sueños y sus problemas.
4. Disciplinar con cariño: Todos los niños necesitan disciplina y consejos, no para castigarlos, sino para poner límites razonables. Recuerde a sus hijos de las consecuencias de sus acciones y déles recompensas significativas para la conducta deseable. Los padres que disciplinan de una manera justa y tranquila muestran su amor para sus hijos.
5. Actúe como un modelo para imitar: Los padres somos modelos para nuestros hijos, lo reconozcan o no. Una niña que pasa tiempo con un padre que le demuestra afecto, por ejemplo, crece sabiendo que merece ser tratada de una manera respetuosa por los varones, y qué debe buscar en su futura pareja. Los padres pueden enseñar a sus hijos lo que importa en la vida por demostrar honradez, humildad, y responsabilidad.
6. Tenga una actitud docente: Demasiados padres creen que la enseñanza es algo que hacen los demás, o que para eso los chicos van a la escuela. Sin embargo, cuando les transmitimos -por ejemplo- el sentido del bien y del mal, y los animamos a hacer perfeccionarse, en algún momento los chicos comenzarán a hacer buenas elecciones. Recuerde que las lecciones básicas de la vida se aprenden en la casa.
7. Comer juntos en familia: Compartir las comidas (o alguna de ellas) es importante en la vida familiar porque puede resultar uno de los pocos momentos de diálogo concreto y más relajado entre todos los integrantes.
8. Leer a sus hijos: En un mundo donde la televisión frecuentemente domina las vidas de los niños, es importante que los padres les lean a sus hijos. Los niños aprenden mejor por hacer y por leer que por mirar pasivamente y escuchar. Inculcar el amor a la lectura es una manera excelente de asegurar el crecimiento personal y profesional para toda la vida.
9. Demostrar cariño: Los niños necesitan la seguridad que viene del saberse queridos, aceptados, y amados por los integrantes de su familia, y especialmente por sus padres. Y demostrándoles afecto a diario es la mejor manera de hacerles saber que son amados.
10. El trabajo de padres no termina nunca: Aún en la adolescencia, la juventud y hasta cuando ya están listos para dejar la casa paterna, los hijos buscarán en sus padres consejos y sabiduría. Ser un buen referente y que los hijos lo entiendan de ese modo, también es un símbolo de que todos lso otros consejos funcionaron en su momento y su lugar.
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