miércoles, 13 de julio de 2011

Los "titubeos verbales" de los padres ayudan a los infantes a aprender nuevos términos



Un equipo de científicos cognitivos ha estudiado los "titubeos verbales", esto es las pausas y sonidos como "eh", "umm", "este", que las personas emiten cuando no saben cómo continuar una frase, para determinar su influencia en el aprendizaje lingüístico de los niños pequeños. La investigación ha descubierto que esos titubeos, técnicamente conocidos como "disfluencias", de hecho ayudan a los niños a aprender el idioma con mayor eficiencia.

Richard Aslin, profesor de ciencias cognitivas y del cerebro en la Universidad de Rochester (EEUU), sostiene que los niños pequeños deben procesar mucha información cuando oyen hablar a los adultos, incluyendo palabras que nunca han escuchado antes. Si el niño debe esperar a escuchar un término nuevo para tratar de imaginar cuál es su significado, la tarea de entenderlo es muy difícil y es posible que se pierda en el proceso.

Pero cuando los padres, durante el habla natural, introducen disfluencias antes de pronunciar el nombre o la cualidad de algo, están enviando a los niños una señal de que lo que sigue es importante o novedoso: una señal de que deben prestar atención.

La investigación, que fue conducida por Celeste Kidd, Richard Aslin y Katherine White, fue publicada en el periódico Developmental Science del pasado 14 de abril.

Los investigadores estudiaron tres grupos de niños de entre 18 y 30 meses.

Cada niño participó sentado en la falda de su madre frente a un monitor equipado con un dispositivo para detectar el movimiento ocular. Se presentó a los niños dos imágenes: una familiar (un libro o una pelota) y otra inventada y con un nombre ficticio. Una voz grabada se refería a los objetos con oraciones simples. Cuando la voz titubeaba, los niños instintivamente miraban a la imagen ficticia con mayor atención que cuando se trataba de imágenes conocidas (más del 70% de las veces).

"No pedimos que los padres agreguen disfluencias a su discurso, pero es importante que sepan que esas pausas verbales son normales e informativas", afirmó Kidd.

El estudio es aplicable a niños mayores de dos años, una etapa en la que pueden construir oraciones rudimentarias de tres o cuatro palabras, y tienen un vocabulario de algunos cientos de términos.

Fuente: Síntesis Educativa y Science Daily, EEUU.

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