miércoles, 12 de enero de 2011

Colaboración entre comunidad cristiana y familia


Como cada año con motivo de la festividad del Bautismo del Señor, Benedicto XVI bautizó en este comienzo de 2011, a veintiun niños en la Capilla Sixtina.

Durante la celebración les recordó a los padres y padrinos el significado del Bautismo, que inserta a los que lo solicitan en un intercambio de amor recíproco entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo y fue explicando los gestos, como el lavado del agua a través de los cuales Dios derrama su amor en los bautizados y los inunda de dones insertándolos en la vida misma de Jesús.

El Santo Padre expresó también que al darnos la fe, el Señor nos da lo más precioso de la vida porque la fe es el gran don con el que nos da también la vida eterna.

Con el Bautismo, se recibe como don un sello espiritual indeleble, el "carácter" que marca interiormente para siempre la pertenencia del bautizado al Señor haciéndolos miembros vivos de su Iglesia.

"Al entrar a formar parte del Pueblo de Dios dijo el Papa, para estos niños comienza hoy un camino que deberá ser un camino de santidad y conformación a Jesús, una realidad sembrada en ellos como la semilla de un árbol espléndido, que debe crecer"

Luego será necesaria una adhesión libre y consciente a la vida de fe y de amor. De ahí que luego del Bautismo, los bautizados tienen que recibir una educación en la fe, que incluya las Sagradas Escrituras y las enseñanzas de la Iglesia para que el germen de la fe que reciben junto con el Bautismo, pueda llegar a la plena madurez.

Para ésto, la Iglesia debe hacerse cargo de esa educación, junto a los padres y padrinos acompañándolos en ese camino y colaborando con la familia. Hoy día la institución familiar se ve amenazada por el actual contexto social y debe enfrentarse a muchas dificultades en su misión de educar en la fe.

El Santo Padre puntualizó también que " La disminución de referencias culturales estables y la rápida transformación a la que está sometida continuamente la sociedad, hacen verdaderamente arduo el compromiso educativo. Por eso, es necesario que las parroquias se esfuercen cada vez más en apoyar a las familias, pequeñas Iglesias domésticas, en su tarea de transmisión de la fe".

Más tarde durante el rezo dl Angelus, invitó a los presentes a REDESCUBRIR LA BELLEZA DEL BAUTISMO Y DE PERTENECER A LA FAMILIA DE DIOS haciendo hincapié en que "el Bautismo es el inicio de la vida espiritual, que encuentra su plenitud por medio de la Iglesia. En la hora propicia del Sacramento, mientras la comunidad eclesial reza y confía a Dios a un nuevo hijo, los padres y los padrinos se comprometen a acoger al recién bautizado, sosteniéndolo en la formación y en la educación cristiana. ¡Y ésta es una gran responsabilidad, que se deriva de un gran don! Por eso, deseo alentar a todos los fieles a redescubrir la belleza de estar bautizados y pertenecer a la gran familia de Dios, y a dar gozoso testimonio de su fe, para que ésta genere frutos de bien y de concordia".

Fuente: VIS (Servicio Informativo Vaticano)

Comentario:

Desde el blog Redescubrir siempre insisto en la necesidad de la educación en la fe luego del Bautismo, algo que aún no ha calado hondo dentro de la comunidad eclesial ya sea por falta de recursos humanos para realizarla como por resitencia dentro de la misma institución eclesial.

Está muy arraigado un prejuicio institucional por el cual se niega la oportunidad para comenzar el acompañamiento de padres y padrinos sosteniendo que nadie acudirá al llamado y que los recursos serán desplegados sin respuesta por parte de las familias.

Quizá pueda llegar a ser una realidad, posiblemente no exista el hábito de acudir a reuniones o llamados que hace una parroquia para comenzar un camino de crecimiento en la fe de los adultos (padres y padrinos) pero también es cierto que, si bien puede suceder algo así, también existe la posibilidad de que no lo sea, de que los que escuchan el llamado, acudan a él y aunque sean pocos, habrá que intentarlo porque en la Iglesia, muchas acciones y movimientos comenzaron muy lentamente y luego fueron creciendo exponencialmente.

No debemos olvidarnos que nosotros, los catequistas, los clérigos, somos todos instrumentos, el que llama es el Señor, el que hace fructificar la semilla es el Señor y tenemos que tener la humildad de reconocerlo. Pero si nos chocamos con el prejuicio y la negativa de quienes gobiernan una parroquia, no tardaremos en lamentarnos. Ya existe un explícito rechazo a las enseñanzas de la Iglesia, a veces expresadas por los mismos bautizados que prefieren la comodidad de una espiritualidad "a la carta" donde es posible elegir tal o cual precepto, tal o cual enseñanza rechazando otras más comprometidas.

Redescubrir el Bautismo es ponerse en camino de querer entender, comprender, saber y sentir por qué y para qué pertenecemos al Pueblo de Dios que es la Iglesia, más allá de todas las controversias que puedan presentarse como se presentaron en todas las épocas desde que el Cristianismo se erigió como religión.

Dichas controversias salen una y otra vez a la luz y cada vez que surgen en la sociedad temas delicados como homosexualidad, celibato sacerdotal, eutanasia, pena de muerte, etc. aparecen los opinólogos que nunca faltan, a confundir a aquéllos que, siendo bautizados, no han tenido la oportunidad de evaluar situaciones y dar respuestas acordes sumando, a todo razonamiento científico, la Palabra de Dios que no pasará jamás.

Para seguir reflexionando:

"La Palabra De Dios Es Viva Y Eficaz" Hebreos 4:12, 13

La Palabra de Dios no pasa jamás (Mateo 5:17-21)

María Inés Maceratesi

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