domingo, 2 de agosto de 2009

El niño no nacido tiene derechos


El derecho a la vida del niño concebido no puede ser objeto de discusión. Se trata de una cuestión de sentido común

La ONU y la UNESCO aprobaron en 1978 una Declaración Universal de los Derechos de los Animales y muchas Asociaciones trabajan por evitar el sufrimiento de los animales. Creo sinceramente que es una salvajada hacer reventar a los patos para conseguir foie gras, matar a las ovejas de karakul para sacarles el corderillo antes de nacer y desollarlo para fabricar abrigos de astracán, matar las focas a palos para obtener sus pieles, inocular dolorosas enfermedades en animales de experimentación, etcétera. Que las personas lleguen a respetar a los animales y se compadezcan de sus sufrimientos me parece un avance innegable de la humanidad.

Pero al mismo tiempo negar la misma compasión a los niños no nacidos me parece un retroceso brutal. El niño que se desarrolla en el vientre de su madre es un ser que tiene sensaciones, que siente y sufre y patalea cuando es achicharrado en una solución salina, desgarrados sus miembros, descuartizado o aplastado su cráneo. La agitación del niño cuando es asesinado no puede ser ignorada ni olvidada por su madre.

Oí decir a la ponente del informe favorable al proyecto de Ley enviado por el Gobierno al Consejo General del Poder Judicial que el derecho del nasciturus hay que contemplarlo junto otros derechos de la mujer: su proyecto personal, su autoestima, sus circunstancias personales y no sé si dijo también lo de la salud sexual y reproductiva. Es igual lo que diga esta señora, para mí el derecho a la vida del niño concebido no puede ser objeto de discusión, salvo en los raros casos en que haya que optar por salvar la vida de la madre o la del niño.

No se trata de una cuestión religiosa sino de conciencia, de sentido común. Si la embarazada tiene dificultades para criar al hijo que concibió, la sociedad debe ofrecerle soluciones pero no decirle, despreocupadamente, mátalo, aborta, es tu derecho, porque la “infalible” decisión de la mayoría del Congreso de los Diputados así lo ha decidido.

Esos infalibles gobernantes que decidieron incitar a la promiscuidad sexual, repartiendo preservativos a los adolescentes, y eliminar una seria educación en valores, sustituida por la ideología de género, quieren redondear la faena ofreciendo legalizar el asesinato de más de cien mil niños, para que las mujeres “no vayan a la cárcel por abortar”, cosa que nunca ocurrió, y que los fabulosos negocios del aborto no puedan ser investigados.

El Gobierno y sus extensiones mediáticas se lanzarán a apoyar este engendro, que no merece siquiera llamarse ley, para convencer al personal de que la única moral posible es la que decida el Congreso de los Diputados, pero aunque lo consigan y los sigan votando, el aborto, el asesinato de los niños en gestación, es una barbaridad y una degradación. Hemos 'progresado' tanto que nos compadecemos de la muerte de un corderillo de karakul y aceptamos, unos indiferentes y otros con entusiasmo, que se puedan eliminar los niños antes de nacer, más aún si se sospecha que tienen alguna discapacidad. Quizás sea solo el principio. Ya encontrarán apoyos para eliminar a los mayores. El Gobierno andaluz ya se ha puesto en marcha.


Francisco Rodríguez Barragán

Fuente: Forum Libertas

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